Además de los años, los traumas emocionales también pueden
influir en nuestro aspecto. El dolor interno puede envejecernos mucho más que
el paso del tiempo
El paso de los años es inevitable. Nadie lo puede detener, ni la ciencia,
ni la medicina ni la mejor crema antiarrugas. Nos llega con calma y serenidad,
como el sol del atardecer que nos acaricia tibio y sin que nos demos cuenta.Ahora bien, pueden llegarnos los años y esas décadas que perfilan ya algún que otro cambio en nuestro rostro y nuestro cuerpo, pero…. ¿Y envejecer? ¿Eres de las que piensan que la auténtica vejez llega con esa arruga de más alrededor de los ojos?
Reflexiona con nosotros sobre ello, estamos seguros de que, para ti, envejecer es algo más que el paso de los años.
Envejecer es algo más que cumplir años:
Hay personas que con 40 años tienen la mentalidad de un anciano de 80 años. Son personalidades que carecen de ilusión, y que han dejado de poner objetivos a sus días y risas a sus horas. ¿De qué nos sirve esta forma de vida?Seguro que tú también conoces a alguien que, a pesar de haber puesto ya las siete u ocho decenas de velas a su pastel de cumpleaños, dispone de un espíritu tan joven que sigue dando luz y alegría a los suyos.
Son personas para las que el paso del tiempo no ha hecho mella en sus ganas de vivir.
- Hay que aceptar el paso de los años con integridad. Ello no significa que renunciemos a nuestro esfuerzo por hacer frente a la incidencia de las arrugas, de la flacidez, de ese aumento de peso debido a los cambios hormonales.
- El paso de tiempo se afronta cada día manteniéndonos sanos, cuidando cada aspecto de nuestra alimentación, de nuestro físico para sentirnos bien.
- No se trata de luchar para que no llegue nunca esa temida madurez. Llegará cada día y poco a poco. Nuestro objetivo máximo debe ser sentirnos bien, complacidas con lo que somos, con los que hemos conseguido y con ese rostro que refleja nuestro espejo.
Nunca es tarde para lo que te apasiona:
¿Quién te ha dicho que tu tren ya ha pasado, que ya no es tu momento? La persona que te lo haya dicho sabe muy poco de la vida y aún menos de ilusiones, de sueños y felicidad.- Nunca es tarde para subirte al velero de tus sueños y proyectos. Quien no lucha por aquello que le marca el corazón es porque aún no ha empezado a vivir de verdad.
- Nunca es tarde para amar de nuevo, para crecer personalmente, para iniciar un proyecto, para sonreír y para dar felicidad. Esto es algo que jamás debe caducar en tu mente.
La vida nos susurra de manera constante que
confiemos, pues de
todo aprendemos y con todo crecemos. Paradójicamente, en la adversidad es
cuando nos hacemos gigantes, a pesar de que en esos momentos nosotros nos vemos
mucho más pequeños y vulnerables.
Para sumar vida a los años no hay
edad:
Para llenarte de fuerza no hay límites temporales. Ese instante que llamamos vida
nos permite mirar con serenidad a nuestro alrededor y gritar sin miedo nuestros
temores. Solo de esta manera lograremos hacer lo que deseamos, pues el único
fracaso es no vivir.
Se trata
de convivir con las arrugas y con la sabiduría que nos
aporta el paso de los años. Nuestros
surcos son el reflejo de nuestros aprendizajes y experiencias, de las
flechas que nos hirieron de manera inesperada y de las asas de nuestra mochila.
No dejes que los miedos frenen tu vida. Atesora instantes y viaja con
tus deseos a las espaldas. Nunca renuncies a la vida que quieres vivir.
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